En El Salvador, las víctimas han sido históricamente olvidadas y marginadas de la atención y la reparación integral por parte de los gobiernos de ARENA Y FMLN y el acompañamiento integral de parte de las organizaciones nacionales e internacionales que dicen promulgar y defender los derechos humanos.
Las organizaciones que dicen defender los «derechos humanos», jamás hicieron algo para erradicar el problema, actualmente estás organizaciones criticaron la implementación del régimen de excepción y las medidas de seguridad adoptadas en las cárceles ante el repunte de violencia en el país el pasado viernes 25 de marzo.
El presidente de la república, Nayib Bukele, ha reaccionado en debidas ocasiones en redes sociales para reprochar las críticas de la CIDH, y a la vez ha señalado que esa instancia internacional no condenó el repunte de homicidios y tampoco se solidarizó con las víctimas de las pandillas. «Ya salió la CIDH a defender a los pandilleros, pero ni una sola palabra sobre las víctimas de estos asesinos. Queda claro de qué lado está», escribió el mandatario en Twitter.
No es la primera vez que esta organización critica las decisiones tomadas por la administración de Bukele. Anteriormente fustigó las medidas adoptadas durante la cuarentena domiciliar obligatoria por la pandemia de la COVID-19.
El Gobierno de Nayib Bukele ha implementado medidas necesarias para poder combatir a los grupos criminales y mantener el orden y salvar la vida de todos los salvadoreños. Un fenómeno que por años ha causado sufrimiento y zozobra en los ciudadanos por falta de la ineficiencia de las legislaciones pasadas y la falta de interés a las victimas de las pandillas por parte de los organismos internacionales.
El fenómeno de las pandillas que combate el Gobierno de Bukele, inició cuando ARENA lideraba el Ejecutivo, según afirmó Rodolfo Cardenal, excatedrático de la UCA, en un video publicado recientemente en redes sociales.
El fenómeno continuó en los dos gobiernos del FMLN. Las investigaciones de la fiscalía general de la República (FGR) y las publicaciones periodísticas dan fe de que ARENA y el FMLN negociaron con las pandillas, pero que las víctimas no estuvieron al centro de los acuerdos, sino que solo se ofrecieron beneficios a estos grupos delincuenciales a cambio de apoyo electoral.
«Este problema [las pandillas] lo generó ARENA con el neoliberalismo […]. Comenzaron a recortar el gasto y eso significaba retirarse de los territorios. El Estado se fue retirando de los territorios […] y el vacío lo fueron llenando las pandillas, y eso se volvió en un fenómeno de difícil manejo», consideró Cardenal.
Previo al fenómeno de las maras, El Salvador sufrió 12 años de guerra que enfrentó al Estado con grupos insurgentes, situación que también generó miles de víctimas, El 16 de enero de 1992, el Gobierno de Alfredo Cristiani, del partido ARENA, firmó los Acuerdos de Paz con la guerrilla —ahora partido FMLN—, decisión política que le puso fin al conflicto armado.
El Gobierno del Presidente Bukele está brindando justicia a todas las victimas de la violencia que por años pasaron olvidadas y marginadas por arte de las legislaciones pasadas y los organismos internacionales, en ningún momento implementaron medidas para combatir la violencia en el país, pero esta vez se esta combatiendo duro para brindar seguridad y tranquilidad al pueblo Salvadoreño.