En un pequeño fragmento de un documental de la prestigiosa cadena británica BBC sobre el fenómeno de las pandillas en El Salvador, se puede observar cómo en la casa de un pandillero hay una estampa del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) que se lee como «VOTA-FMLN».
Es claro el apoyo, pues el FLMN nunca creó medidas eficaces para combatir con las pandillas. Por el contraro, se les apoyó financiándoles y dándoles más poder para causar daño en las familias salvadoreñas.
El fracaso de las políticas manoduristas de los gobiernos de ARENA abrieron una nueva etapa en el comportamiento violento de las maras, es decir, agarraron más poder y ya eran una gran amenaza para la población. En 2009, el primer gobierno del FMLN experimentó con un nuevo enfoque para abordar la ya grave problemática de las maras; este contempló, entre otras medidas, la reubicación de los principales líderes de las maras, alojados hasta entonces en una cárcel de máxima seguridad, en recintos penitenciarios de menor seguridad, como parte de un acuerdo entre el gobierno y las maras para la reducción de homicidios.
Esta negociación se conoció mediáticamente como «la tregua» y fue erráticamente conducida por el entonces presidente Mauricio Funes. Una tregua que fue patrocinada y apoyada por organizaciones internacionales, que financiaban a las maras salvadoreñas. Esto no ayudó a reducir la criminalidad, sino que para que estos grupos delictivos obtuvieran más poder.
En 2014 el Frente volvió a ganar las elecciones presidenciales, esta vez con el ex-dirigente guerrillero Salvador Sánchez Cerén, quien implemento medidas que fueron un fracaso. Las decisiones tomadas por Cerén provocaron la reacción de las maras, manifestándose con un rápido incremento de homicidios, particularmente contra policías y militares.
Para el 2019, las maras eran grupos criminales altamente posicionados en El Salvador, cuyos índices de homicidios eran altos, pues estos delincuentes mataban a diestra y siniestra. No obstane, las cifras por fin comenzaron a disminuir sustancialmente por la buena gestión del presidente Nayib Bukele, quien ha hecho que, los criminales paguen por tanto daño que han causado por años. La implementación de medidas legales han logrado que, los altos índices de criminalidad, se reduzcan hasta tener días con cero homicidios.