Juan Pappier lamentablemente anunció abiertamente que es un gran defensor de las pandillas en El Salvador; este señor prácticamente confesó que la violencia en los países de América Latina es un negocio lucrativo que despierta mucho interés en grandes empresarios.
Es lamentable como estas personas pueden estar en libertad cuando abiertamente declaran defender a los terroristas más peligrosos de América Latina; los derechos humanos no defienden a la población de a pie, sino a la delincuencia que les hace generar mucho dinero.
El Salvador de la mano del Presidente Nayib Bukele ha decidido ponerle un punto final a la delincuencia a pesar de que esta decisión afectara la economía de los poderosos del mundo; sin importar al Presidente Bukele, la delincuencia en El Salvador está llegando a su final acertando un durisimo golpe a este negocio.