La economía estadounidense se ha contraído por segundo trimestre consecutivo; pues, el producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos cayó un 0,9% sobre una base anualizada de abril a junio.
En ese sentido, el presidente Joe Biden señaló que el resultado del PIB para el segundo trimestre no fue una sorpresa. «Después del crecimiento económico histórico del año pasado no sorprende que la economía se esté desacelerando a medida que la Reserva Federal toma acciones para reducir la inflación», expresó el mandatario de EE. UU.
No obstante, diferentes medios locales destacaron que, a medida que el Banco Central de EE. UU. aumenta rápidamente los costos de endeudamiento para tratar de enfriar la economía y aliviar las presiones sobre los precios, los temores de una recesión aumentan.
Asimismo, algunos economistas apuntan a que sería prematuro declarar una recesión únicamente con la cifra del PIB es que los datos pueden cambiar y probablemente lo harán. Por ejemplo, las revisiones posteriores de las cifras para el primer trimestre cambiaron de una caída inicial del 1.4% al 1.6% y, en ese sentido, los números del jueves corresponden apenas a la primera de tres estimaciones.
Los precios de los comestibles, la gasolina y otros productos básicos están aumentando al ritmo más rápido desde 1981. Asimismo, las tasas hipotecarias cayeron la semana pasada, a medida que aumentan los temores de que la economía estadounidense esté entrando en recesión.