El Real Madrid conquistó su quinta Supercopa de Europa de fútbol para pasar a ser el equipo más laureado de la competición, iniciando el curso con una imagen repleta de autoridad, superior a un Eintracht Frankfurt que cambió su identidad, con excesivo respeto al campeón de Europa, que se topó con Thibaut Courtois y cedió a los tantos de David Alaba y Karim Benzema.
«No ha sido un partido fácil. Al principio estaban muy cerrados. Tuvimos dificultad para levantar el ritmo del partido, pero hemos marcado y después controlamos bien. Hemos manejado bien el partido y estoy contento por ganar y empezar bien la temporada», expresó Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid.
En una primera parte con poco ritmo, algo extraño entre dos clubes acostumbrados a apostar por las transiciones rápidas, fue el cuadro blanco el que tomó ventaja en el marcador.
Aunque el Eintracht tuvo la primera ocasión del encuentro en las botas de Kamada, David Alaba adelantó al Real Madrid en el 37′ tras recibir un pase de Casemiro dentro del área. Vinícius, en dos ocasiones, había avisado con dos buenos remates.
A pesar que el cuadro germano movió el banquillo buscando más intensidad en ataque, fue el Real Madrid el que sentenció el partido sobre la hora de encuentro. Primero Casemiro avisó con un disparo que se estrelló en el larguero en el 61′ y después, en el 65′, Benzema firmó el segundo gol de los de Ancelotti tras recibir un pase de Vinícius desde la izquierda.
Cualquier intento del Eintracht fue en vano. Acabó con tres delanteros pero sin inquietar más a Courtois. Ancelotti tuvo tiempo de hacer debutar a Rüdiger y Tchouameni. El Real Madrid inició el curso exhibiendo firmeza el camino al mayor desafío.