Luego de años de espera, el Real Madrid y todo madridismo celebran, con optimismo, que el galáctico Kylian Mbappé por fin es libre para negociar, firmar y elegir su futuro, luego de haber sido contenido por los parisinos, quienes aún no pierden la esperanza de renovarle pese a que diferentes medios dan por perdida la batalla al no haberle renovado antes del 31 de diciembre. Por su parte, el club merengue conoce que la legalidad está de su parte, ya que Mbappé y cualquier otro jugador que termina contrato el próximo 30 de junio, ya es libre de firmar un compromiso con la entidad madridista o con el equipo que desee y nada ni nadie se lo puede impedir.
Las constantes negativas de Mbappé a la renovación de contrato se consideran como un triunfo por parte del Real Madrid, que cuenta los días para ver como uno de los mejores futbolistas del mundo llega a la entidad española con prima de fichaje, pero si pagar nada a su club de origen. Asimismo, la llegada de la estrella francesa de 23 años deja claro el tridente ofensivo del Madrid, donde Benzema y Vinicius serán sus aliados.
No obstante, Kylian Mbappé ha dado sobradas muestras de profesionalidad desde que se inició la presente temporada. El delantero francés se ha movido en el día a día siguiendo a lo suyo, es decir, a entrenar, jugar y ser determinante en los partidos; como si, en el pasado verano, nada hubiera sucedido, donde su deseo de abandonar el PSG con destino al Real Madrid no fue atendido.
Además, durante estos meses, la relación que ha mantenido con su DT, Mauricio Pochettino, ha sido excelente. Los elogios del técnico argentino hacia el delantero han sido sinceros, ya que ha encontrado en él un constante apoyo para su manera de entender el fútbol. Mbappé ha sido ejemplar en su comportamiento y una referencia para sus compañeros, algo que no todos de los que pisan el vestuario del PSG pueden decir.