George Soros: ¿Filántropo o desestabilizador de las democracias?


El financiero de los progresistas y multimillonario, George Soros, participó en la creación de una red mundial de universidades, para la que donó 1000 millones de dólares. Soros, nunca se ha mantenido al margen de los grandes debates sociales que dividen a los países, sino más bien al contrario, ha financiado grupos que apoyan el aborto o promueven los derechos de las minorías LGBT.

Por su parte, la red ha sido bautizada con el acrónimo OSUN (Open Society University Network) que, según afirma el magnante, trata de promover los valores liberales, el pensamiento crítico, y servir de freno al autoritarismo; se constituye a partir de la Universidad Centroeuropea (CEU) que fundó el propio Soros en Budapest hace treinta años y que ha tenido que trasladar su actividad a Viena por las presiones del gobierno nacionalista de Victor Orban.

Cada año, Open Society Foundations otorga miles de subvenciones a grupos e individuos. Además, participan en litigios estratégicos de derechos humanos e inversiones de impacto, y según como afirman en su sitio web, lo hacen «mientras incuban nuevas ideas y se relacionan directamente con gobiernos y legisladores a través de la promoción para promover un cambio».

Durante las últimas tres décadas las donaciones de Open Society han alcanzado los US$18.1 billones, cuya cifra en 2019 era de $15.2 billones. Además, parte de su financiamiento incluye al sector periodístico. Y solo en 2020, el presupuesto destinado para el periodismo a nivel mundial por parte de la fundación de Soros llegó a los $25.8 millones.

«Un periódico de Guatemala tuvo que cerrar porque la Open Society Foundations les quitó los fondos ya que no quisieron seguir su línea editorial, deberíamos de preguntarnos por qué los medios acá en El Salvador siguen recibiendo ese financiamiento».

En América Central, la Open Society Foundations realiza donaciones a medios digitales como El Faro, Revista Factum, y Gato Encerrado (El Salvador), el diario nicaragüense Confidencial, el medio de Guatemala, Plaza Pública, y otros. En Costa Rica ha dado apoyo a organizaciones pro matrimonio igualitario. El medio digital Nómada, de Guatemala, rechazó continuar recibiendo fondos de Soros al denunciar intromisiones en su línea editorial y decidió cerrar en octubre del año pasado.

Gráfica publicada en The Open Society Foundations

En resumen, Soros le enseña al periodismo una lección importante: la industria tiene futuro siempre que la billetera de los filántropos esté abierta. Una interpretación bastante peculiar de aquella idea expuesta precisamente por Karl Popper en el segundo tomo de La Sociedad Abierta y Sus Enemigos: «Si estamos en silencio, ¿quién hablará?». Ahora todos los medios tienen la capacidad de hablar, pero no de lograr cambios de calado, puesto que quienes corrompen el sistema democrático son los mismos que financian la profesión.

Soros es señalado por Desestablización

Su propio país de nacimiento, Hungría, aprobó el 20 de julio de 2018 la ley «Stop Soros», para «proteger las fronteras húngaras». En julio de 2017 el primer ministro Viktor Orbán dijo que Soros era «un peligro para el país».

En 2018, Soros fue señalado por diferentes grupos que levantan teorías de conspiración de financiar las caravanas migrantes de centroamericanos. Asimismo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció a Soros por promover protestas tras la crisis migratoria de 2015 y 2016 en Europa, cuando miles de refugiados usaron de puente a Hungría.


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